"Queridos hijos, en este tiempo agitado, nuevamente los estoy llamando después de mi hijo - para seguirlo. Sé del dolor, el sufrimiento y las dificultades, pero en mi Hijo encontrarán descanso, en Él encuentraran paz. y salvación. Mis hijos, no se olviden que mi Hijo los redimió por Su Cruz y los habilito, de nuevo, a ser hijos de Dios, para poder, nuevamente, llamar al Padre Celestial: "Padre". Para ser dignos del Padre, amen y perdonen, porque su Padre es amor y perdón. Recen y ayunen, porque ese es el camino a su purificación, es la manera de llegar a conocer y ser conscientes del Padre Celestial. Cuando se hagan concientes del Padre , comprenderan que Él es todo lo que necesitan. Yo, como madre, deseo que mis hijos estén en una comunidad de un solo pueblo donde la Palabra de Dios se escucha y se lleva a cabo. * Por lo tanto, hijos míos, permanezcan con mi Hijo. Sean uno con él. Sean hijos de Dios. Amen a sus pastores, como mis hijos los amo cuando los llamó a servirlos. Gracias."
* Nuestra Señora dijo esto con decisión y con énfasis.
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